El Juicio: Interpretación de su simbología (Tarot de Marsella)

Después de haberse hundido y haber sufrido tanto con El Diablo, La Torre, La Estrella y La Luna, el "héroe" (como lo designa Jung al protagonista de toda esta historia) reaparece en persona.
Hasta aquí él fue una especie de "muerto en vida". Tan es así que ahora se lo ve surgiendo de una tumba ante el llamado del ángel.

En realidad esta carta no trata, como cualquiera podría suponer, del juicio divino después de la muerte.
Sí es un juicio, pero interior, personal y en profundidad. Conocer y experimentar sus propias profundidades le ha dado al personaje una nueva y más clara visión de sí mismo. Tomó conciencia plena de sí mismo y de su relación con el mundo que lo rodea. Este nuevo estado de "iluminación" está representado en esta carta por el ángel que lo mira y al que él mira de frente (con su lado conciente). Éste ser celestial ya no está a sus espaldas (su lado inconciente) como sucedía en las cartas de Los Enamorados, La Torre, La Estrella, La Luna o El Sol, por ejemplo. 

Este llamado de su conciencia es tan claro que no sólo él puede "sentirlo", sino que le es anunciado a través de la potente luz que emite el ángel y del estridente sonido de la trompeta. El mensaje es inequívoco y no puede evitarlo aunque así lo quisiera.

Para el protagonista esto representa un auténtico renacimiento en cuerpo y en espíritu. Inclusive el paisaje que se ve por detrás pareciera indicar la potencia de este "llamado". No es un paisaje suave o bucólico. Son grandes ondulaciones que hasta podría parecer que es la tierra que se sacude y se agita por la potencia del mensaje.

El "héroe", al igual que los otros dos personajes, está desnudo. Puede simbolizar un momento de total desprendimiento de su ego, una actitud humilde y abierta a lo nuevo que le está sucediendo. Él se ve muy joven comparado con las otras dos personas. Pueden ser sus padres, quizás. Lo reciben evidentemente emocionados y en actitud de agradecimiento por el "milagro" que ha ocurrido. No se los ve expresando una alegría desbordante, sino más bien con la felicidad de ver a su ser querido resurgiendo de su tumba, pero sin saber aún de qué manera "ha vuelto a la vida". La madre lo observa directamente y con una expresión expectante y amorosa. El padre en cambio trata de develar este milagro observando atentamente al angel. Se puede decir que con esta actitud tal vez nos indique que trata de saber "de qué se trata" exactamente este renacimiento desde el punto de vista más analítico o conciente, mientras que la madre lo acepta con el corazón y trata de interpretar los sentimientos nuevos del hijo. Es que haya regresado como haya regresado, evidentemente él ya no será el mismo de antes.

Ha crecido en todo sentido, ha escuchado el llamado y ha sido "iluminado" por el ángel de su conciencia. Ha dado un salto en su crecimiento personal. Como diría Jung, un salto de conciencia de esta magnitud no sólo es una alegría sino que también es una responsabilidad mayor hacia sí mismo y para con los demás, porque la transformación que ha sufrido el "héroe" también afecta de alguna manera la vida de todos aquellos que lo rodean (se nota claramente en la expresión de las personas que lo estaban aguardando al lado de la tumba). 

Encontró un nuevo sentido para su vida y ahora ha llegado el momento de demostrarlo en la realidad. Después de haber atravesado las oscuras profundidades de las cartas anteriores, él ha sido absuelto por "su propio juez" después de reconocer sus fallas y debilidades y está listo para renacer y alcanzar la vida plena que le propone la siguiente carta, El Mundo. Sin embargo este cambio "milagroso" debe consolidarse en la realidad, pues si se conforma con haber superado el oscuro pasado que debió soportar y no se preocupa por aprovechar este salto de conciencia, con seguridad volverá a caer y esta vez será a mayor profundidad.