[2] LA SACERDOTISA (Según Carl Jung)

ASPECTOS ARQUETÍPICOS

Es el símbolo del principio YIN, o aspecto femenino de la divinidad.
Representa el poder espiritual que está más allá de su persona individual.

El "arte de hacer niños" es el poder secreto de la mujer y también su pública debilidad. Ella es vehículo de transformación.
Esta mujer no emprende ninguna acción para conocer su destino, pues la esencia de lo femenino es la RECEPTIVIDAD. Ella no escoge, es escogida.

Acepta su destino y servirá al espíritu con humildad.
Conecta el consciente con el inconsciente, uniéndolos de modo práctico.

Fertilidad, organización instintiva y alimento lleno de poder vital.
Simboliza refinamiento y espiritualización de la naturaleza instintiva.
Su libro indica comprensión y tradición.
Gobierna por la lenta persistencia, el amor y la paciencia femenina.
Su esencia es la paradoja. Ella abarca todo, abrazando ambas cosas, el bien y el mal, incluso la vida y la muerte.

La magia de La Sacerdotisa está velada y oculta como su cabello. La naturaleza de su magia le queda oculta incluso a ella (inconsciente)

La naturaleza de la mujer es lunar, cambiante como la luna que lo mismo puede dar la vida que traer inundaciones o sequías.
El elemento con el que conecta es el agua: poder de recibir, producir y también construir.

El acto creativo de la memoria es un atributo especial del principio femenino. Está siempre coloreado por la emoción.

La Sacerdotisa y La Emperatriz juntas encarnan el principio femenino. Presiden conjuntamente los cuatro misterios femeninos: la formación, la preservación, la alimentación y la transformación.
Mantiene los brazos en una postura cerrada, en ademán de proteger el secreto de su cuerpo.
La Sacerdotisa sirve al espíritu, La Emperatriz hace que el espíritu se cumpla.
La Sacerdotisa es regida por el amor, La Emperatriz gobierna por amor.
La Sacerdotisa guarda algo antiguo (Libro de las Profesías). La Emperatriz revela algo nuevo (lleva a término esas profesías)

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